En la actualidad el papel de los guardias de seguridad privada se ha diversificado para hacer frente a las necesidades sanitarias de empresas y negocios, por lo que resulta vital contar con un equipo experto y ampliamente capacitado que pueda cumplir las funciones de control sanitario correspondientes.

Antes de la pandemia, las funciones principales de las y los guardias de seguridad estaban enfocadas en la prevención de pérdidas y en la seguridad de los empleados. Naturalmente, éstas siguen siendo parte de su labor, pero ya no son las únicas tareas por realizar.

En este sentido, las empresas de seguridad privada han tenido que entrenar a sus colaboradores para optimizar resultados. Ahora se encargan de temas más relacionados con la planeación de la seguridad integral: la salud de las personas, por ejemplo, ya forma parte de este nuevo esquema. 

Dentro de las nuevas funciones, resulta muy común la presencia de un guardia de seguridad afuera de las tiendas y sitios comerciales, atendiendo actividades como:

  • Limitar el número de personas que pueden ingresar,
  • Medición de temperatura,
  • Brindar gel antibacterial / sanitizar a las personas antes de entrar de algún establecimiento

y así contribuir al correcto distanciamiento físico y cuidados actuales para evitar más contagios.

Si bien es posible que no se les reconozca como héroes de primera línea -como a doctores y enfermeras-, los elementos de seguridad privada son trabajadores clave: personal extremadamente capacitado para vigilar la seguridad social.