El análisis investigativo criminal puede definirse como un proceso investigativo que identifica las características principales de personalidad y conducta de un sujeto criminal basándose en los delitos que ha cometido.

Es un proceso de construcción de perfiles de sujetos antisociales que han cometido delitos graves, mediante el estudio de esas conductas para inferir determinados elementos sobre los delincuentes, como características de su personalidad, hábitos sociales y laborales, espacios cognitivos, etc.

En este tipo de análisis se genera la perfilación criminal y de comportamiento de los sospechosos y de las víctimas, se analiza la posible relación entre víctimas, lugares o características que comparten, para identificar al autor o a la siguiente víctima posible.

La principal fuente de información es el análisis del sitio del suceso. Este análisis nutre de contenido la labor del analista y del operador de seguridad. Su objetivo principal es auxiliar a los investigadores criminales en la priorización e identificación de sospechosos mediante la determinación de las características de los sospechosos potenciales.

Un tipo de análisis de investigación criminal es el perfil geográfico del delincuente, donde se realiza la localización geográfica de los delitos de un delincuente serial, así como de los diferentes componentes espaciales en el desarrollo del delito (lugar de ataque, de comisión, de liberación, etc.) para identificar y priorizar aquellas zonas en las que es más probable que el delincuente viva (nodo de actividad, domicilio, trabajo y lugares de esparcimiento). El objetivo es identificación del responsable.

En el proceso de análisis investigativo se busca desarrollar las características de personalidad de un delincuente. El analista investigativo criminal examina todos los reportes y documentos y realiza una autopsia de la conducta. Este proceso sugiere la causa/motivo para el delito y puede ofrecer implicaciones sobre la personalidad del delincuente, tal como sugiere el método que él o ella ha elegido para cometer el delito.

El proceso de construcción del perfil psicológico de un delincuente comienza con el examen de la escena del crimen, la que se entiende por el sitio propiamente dicho, la víctima y todos los otros lugares involucrados en la comisión de un delito.